Si crees que debes pasar una noche en vela estudiando para ese difícil examen que tienes al otro día, estás muy equivocado.
Expertos acaban de revelar que "pasar derecho" estudiando en las noches es contraproducente para la salud de los más jóvenes. Por el contrario, la mejor estrategia para afrontar y salir adelante con estos difíciles exámenes es dormir 8 horas antes de presentarlo y reprogramar los horarios en los que se estudia, preferiblemente terminando a la tarde.
El estudio, publicado por la revista HealthDay, indicó que "La memoria y la capacidad de mantener la concentración mejoran mucho cuando un individuo está descansado. Al prepararse pronto y poder recordar mejor lo que se ha estudiado, la capacidad de rendir bien en los exámenes aumenta".
Los investigadores encuestaron a 535 estudiantes de secundaria en Los Ángeles, California, y les dieron seguimiento a los estudiantes desde noveno hasta décimo segundo grado. Durante dos semanas, los estudiantes llevaron diarios sobre cuánto tiempo estudiaban, cuánto tiempo dormían y si tenían problemas escolares, (si no entendían algo en clases, o si tenían malas calificaciones en una prueba o en la tarea).
Los estudiantes reportaron pasar en promedio una hora estudiando cada noche durante toda la secundaria, pero dormían en promedio 41 minutos menos para el décimo segundo curso, en comparación con el noveno curso. También, los investigadores descubrieron que, en los cursos más avanzados, "los días de estudio adicional tendían a ser seguidos por días con más problemas académicos".
LOS PELIGROS DE DORMIR MAL
Permanecer despierto estudiando durante noches y madrugadas enteras trae más males que beneficios para los estudiantes. Problemas con el sueño como el insomnio, resultar involucrado en accidentes de tránsito y la adicción a las bebidas energéticas, al café, al té, al alcohol son las nefastas consecuencias de esta práctica, extendida por los adolescentes universitarios de todo el mundo. Además, la privación prolongada del sueño puede llevar a sufrir enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión y diferentes enfermedades cardiacas.
"Cualquier privación prolongada del sueño afecta el estado de ánimo, el nivel de energía y la capacidad de enfocarse, concentrarse y aprender, lo que afecta directamente al rendimiento académico" concluye el estudio.
CONSEJO
El consejo de los expertos es estudiar durante todo el semestre entre las 6 y las 8 de la noche, "y dormir por lo menos 8 horas antes del examen". Según la investigación, también se debe evitar estudiar entre las 2 y las 4 de la tarde, "pues el individuo está menos alerta".
Para ser un estudiante estrella no se necesita sacrificar la salud. Mejora tus hábitos de estudio tratando de no sacrificar el sueño nocturno, porque no sólo se reducirá tu rendimiento académico, sino tu calidad de vida.
Tomado de: www.perspectivasur.com
